miércoles, 21 de noviembre de 2012

El hincha

El hincha es un soberbio. El hincha es técnico sin sueldo de técnico. Pateó mil penales desde la tribuna. Cabeceó con pique exquisito tantas veces que ya ni se acuerda. El hincha dio la vuelta atrás del alambrado. El hincha sabe que el árbitro no lo vio. El hincha sabe que él si lo vio. El hincha hizo el cambio diez minutos antes. Su charla motivacional fue mejor. El hincha es un bibliotecario, con deliciosos datos biográficos. Le leyó la mente al arquero. La picó con precisión. Gambeteó en los peores momentos. Sacó el lateral más rápido. El hincha no la devuelve. Desborda con agilidad. Lo camiseteó antes. El hincha lo expulsó al minuto. Ha echado a arqueros por hacer tiempo. Ha muerto de calor e improvisado gorros. El hincha nunca se fue antes. Perdió mil batallas. Venció en los peores momentos. Recitó formaciones de memoria. El hincha sabe que no se termina hasta que se termina. El hincha no renuncia. Jamás abandonó. Lleva el fixture grabado en el parietal derecho. El hincha insulta. También aplaude. El hincha provoca. Canta. Jamás golpeó a nadie. El hincha pide. Exige. Al hincha lo roban. Nunca robó. Se tatuó los colores en el alma. Se embarró muchas noches. Viajó sin saber. Volvió llorando. Gritó la gloria. Sufrió en silencio. Imaginó mil resultados. Soñó imposibles. El hincha llegó antes. El hincha estuvo siempre. El hincha está.

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